viernes, 20 de febrero de 2015

LA OVEJA PERDIDA

(Mt. 18.10-14) 15  Se acercaban a Jesús todos los publicanos y pecadores para oírle,  y los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: Este a los pecadores recibe, y con ellos come.  Entonces él les refirió esta parábola, diciendo:  ¿Qué hombre de vosotros, teniendo cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto, y va tras la que se perdió, hasta encontrarla?  Y cuando la encuentra, la pone sobre sus hombros gozoso;  y al llegar a casa, reúne a sus amigos y vecinos, diciéndoles: Gozaos conmigo, porque he encontrado mi oveja que se había perdido.  Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento. ME HA GUSTADO MUCHO ESTA PARÁBOLA PORQUE MUESTRA EL CARIÑO HACIA UNA OVEJA EN ESPECIAL, Y QUE A VECES HAY QUE VALORAR LO QUE SE TIENE.